¿Qué es la osteocondrosis lumbar?

dolor con osteocondrosis lumbar

La osteocondrosis en la región lumbar se produce debido a la deformación y destrucción del tejido cartilaginoso de los discos intervertebrales. Sin material cartilaginoso, las vértebras pierden su elasticidad y se desplazan, provocando dolor. Según la OMS, la enfermedad afecta principalmente a personas mayores de 30 años. Las mujeres se enferman tres veces más a menudo, lo que también se asocia con cambios relacionados con la edad y una disminución de los niveles de calcio en el cuerpo.

Osteocondrosis de la espalda baja.

De todas las enfermedades del sistema nervioso periférico, la osteocondrosis de la columna vertebral representa el 80%, de las cuales el 60-80% afecta la región lumbar, que consta de 5 vértebras. En el 40% de las personas, los primeros signos de la enfermedad aparecen entre los 30 y 35 años. En la vejez, la osteocondrosis espinal se diagnostica en el 90% de las personas. 7 de cada 10 personas experimentan sensaciones dolorosas; la exacerbación puede durar de 6 a 16 meses.

Etapas de desarrollo

  • 1º – la aparición de trastornos degenerativos, que afectan las terminaciones nerviosas y alteran el suministro de sangre. El proceso inflamatorio provoca dolor que se irradia a las piernas. El paciente experimenta hormigueo ocasional en la espalda y las nalgas. Aparece después de un esfuerzo físico intenso.
  • 2º – Se destruye la capa exterior del disco intervertebral (anillo fibroso). La distancia entre las vértebras se reduce, las terminaciones nerviosas se comprimen, lo que provoca un dolor intenso y agudo. Los síntomas son especialmente pronunciados al caminar.
  • 3º – debido a la movilidad excesiva de las vértebras, se comprimen las fibras musculares y las terminaciones nerviosas. Se producen espasmos, entumecimiento, ardor, hernias: desplazamiento del disco intervertebral hacia la médula espinal.
  • 4º – el crecimiento de exostosis patológicas en la estructura ósea. La columna vertebral literalmente "se convierte en piedra". La artrosis progresiva y la falta de tratamiento inmovilizan al paciente.

Razones para el desarrollo

La enfermedad se desarrolla lentamente, bajo la confluencia de una serie de circunstancias, es decir, el desarrollo de la enfermedad depende de la influencia no de uno, sino de varios factores:

  • Estilo de vida sedentario (inactividad física), trabajo sedentario, bajo nivel de actividad física. A primera vista no son peligrosos. Sin embargo, con una exposición prolongada, el tono muscular, el llamado "corsé muscular", se debilita. Sostiene la columna y los órganos internos. Por tanto, la inactividad física provoca una alteración del funcionamiento de varios sistemas: la circulación sanguínea, la respiración y la digestión.
  • Exceso de peso. Con un IMC (índice de masa corporal de Quetelet) superior a 25 kg/m2, el exceso de peso crea un estrés adicional en el cuerpo: ejerce presión sobre la columna, sobrecarga las articulaciones y perjudica el suministro de sangre.
  • Procesos patológicos endocrinos. El desequilibrio hormonal, las alteraciones en el funcionamiento de las glándulas suprarrenales y la tiroides "ralentizan" el metabolismo del cuerpo. Los cambios hormonales frecuentes "eliminan" el calcio del tejido óseo, dejándolo débil y frágil.
  • Dieta desequilibrada. La comida rápida popular y asequible satisface plenamente las necesidades energéticas del cuerpo, mientras que desde el punto de vista de saturar el cuerpo con las vitaminas y microelementos necesarios, es absolutamente inútil.
  • Patologías y predisposición genética a enfermedades del sistema musculoesquelético.
  • Cambios degenerativos relacionados con la edad. Bajo la influencia del tiempo, se produce un desgaste natural del sistema de soporte.

En los hombres cuya profesión implica una actividad física importante, la osteocondrosis lumbar ocurre muchas veces más a menudo.

Síntomas de la osteocondrosis lumbar.

El dolor es el principal marcador de la aparición de la enfermedad y su localización. Según la naturaleza de la aparición, la frecuencia y la duración, se puede realizar un diagnóstico preliminar. Muy a menudo, los pacientes con osteocondrosis lumbar experimentan dolor que se irradia a la pierna, la ingle y el coxis. En posición horizontal, las molestias desaparecen.

Los nervios espinales se extienden desde el tronco de la columna hasta diferentes partes del cuerpo. Cada nervio es responsable de un área específica. Esto se llama "inervación segmentaria". Es por ello que el nervio afectado "responde" en una zona específica: así se manifiesta el "síndrome radicular".

El mapa del nervio espinal le permite identificar el dolor en un área específica de la columna: C1-C8 - 8 cervicales, T1-T12 - 12 torácicos, L1-L5 - 5 lumbares, S1-S5 - 5 sacros, C0 - 2 coccígea. Signos de osteocondrosis según la inervación segmentaria:

  • L3-L4 – reflejo débil de la rodilla, entumecimiento parcial, pérdida episódica de sensación se observan a lo largo de la superficie anterior del muslo;
  • L4-L5 – debilidad muscular, el paciente no puede fijar el cuerpo estando de pie sobre los talones, el dolor y las alteraciones sensoriales se extienden al área desde la zona lumbar hasta las nalgas, así como a lo largo de toda la superficie lateral del muslo (desde de arriba hacia abajo).
  • L5–S1: temblores en el músculo de la pantorrilla, incapacidad para ponerse de puntillas, dolor en la parte posterior del muslo.

En casos raros, las arterias radiculares también participan en el proceso destructivo, provocando un derrame cerebral espinal, una patología peligrosa en la que el paciente experimenta paresia y parálisis, así como disfunción de los órganos pélvicos.

Síntomas del reflejo del dolor.

  • Lumbago o lumbago (¡en este caso no ciática! ): dolor agudo. Cualquier movimiento incómodo, incluso estornudar y toser, provoca un espasmo. El paciente cambia espontáneamente la posición de su cuerpo, moviéndolo hacia un lado. Un intento de adoptar una posición vertical provoca un nuevo lumbago.
  • La lumbodinia es un dolor sordo y doloroso que se produce en un lado. Los períodos de remisión van seguidos de una exacerbación, que gradualmente se convierte en un dolor intenso.
  • Lumboisquialgia: aparecen sensaciones dolorosas en la pierna.

Los signos secundarios de la enfermedad no son tan típicos y pueden confundirse fácilmente con síntomas de otro problema: sudoración deficiente (hipohidrosis), palidez de la piel de la zona afectada debido a una mala circulación sanguínea, sequedad intensa y descamación.

Diagnóstico

En la etapa inicial, se recopila un historial médico completo del paciente. El panorama general debe complementarse con las conclusiones de un cirujano, ortopedista, neurólogo y reumatólogo. Los especialistas someten al paciente a un examen visual para evaluar cambios en la postura, el tono muscular y la sensibilidad de la piel.

La radiografía se realiza para el diagnóstico primario de osteocondrosis lumbar de primer grado, se utiliza para examinar el estado de los discos intervertebrales, patologías de la médula espinal y también para evaluar el estado general de la columna. Sin embargo, este tipo de diagnóstico no proporciona información completa sobre los tejidos afectados.

La tomografía computarizada (TC) es un examen altamente sensible que utiliza un haz de rayos ionizantes. La tomografía computarizada registra el grado de deformación del disco, los procesos inflamatorios en la membrana de la médula espinal y las terminaciones nerviosas en una imagen capa por capa.

La resonancia magnética (MRI) muestra de manera informativa el estado general de la masa muscular, los vasos sanguíneos y los ligamentos. Detecta tumores y procesos inflamatorios.

La mielografía es una de las formas de evaluar visualmente el estado de la médula espinal y las raíces nerviosas inyectando un agente de contraste con una aguja en la cavidad entre la piamadre y la aracnoides espinal, llena de líquido cefalorraquídeo. Al igual que la TC, la MTP y la radiografía, el procedimiento se realiza en tiempo real.

El examen neurológico de la sensibilidad y los reflejos en patologías es un complejo de estudios que incluye un método de detección para estudiar la simetría de las extremidades, probar la sensibilidad a las vibraciones y evaluar los reflejos de Babinsky, Chaddock y Oppenheiman.

Tratamiento de la osteocondrosis lumbar.

La eficacia del tratamiento conservador se logra mediante una combinación de fármacos de varios grupos, masajes y terapia manual. Sin embargo, en la etapa 3, la osteocondrosis lumbar ya no se puede curar con métodos conservadores, se requiere intervención quirúrgica. Uno de los métodos quirúrgicos para la osteocondrosis es la microdiscectomía. Esta es una operación neuroquirúrgica para extirpar una hernia sin dañar las estructuras nerviosas. Se realiza bajo anestesia general. El paciente ya puede caminar al tercer día.

Terapia con medicamentos (para las etapas 1-2)

  • Analgésicos para aliviar el dolor: locales (ungüentos, geles), orales (tabletas, suspensiones), intramusculares (soluciones inyectables).
  • Medicamentos antiinflamatorios no esteroides para prevenir el desarrollo del proceso inflamatorio. Reduce la temperatura, elimina la hinchazón. La mayoría de las veces se utilizan geles y tabletas, en casos más graves (inflamación del nervio ciático): inyecciones. Curso Prima - 7-14 días.
  • Relajantes musculares. Se prescribe en el período agudo para los espasmos musculares, así como durante el período de remisión para consolidar el efecto.
  • Condroprotectores. Bloquea los procesos destructivos en los discos intervertebrales, promueve la regeneración, mejora el metabolismo en los tejidos del cartílago.
  • Fármacos vasculares. Ayuda a normalizar el suministro de sangre al sistema musculoesquelético.
  • Complejos vitamínicos del grupo B. Mejoran la conducción nerviosa.
  • Diuréticos. Reduce la hinchazón.

Como ayuda de emergencia en el momento de una exacerbación, se utilizan inyecciones potentes: bloqueo paravertebral, que provoca una pérdida temporal de sensibilidad.

También se recomienda someterse a un tratamiento de terapia manual dos veces al año, que alivia la tensión y los espasmos musculares, restablece la circulación sanguínea, mejora la circulación linfática y aumenta la movilidad del sistema musculoesquelético.

Prevención

  • Estilo de vida activo combinado con actividad física moderada;
  • Elegir calzado cómodo o, si está indicado, ortopédico;
  • Buena nutricion;
  • Control del peso corporal;
  • Duerma únicamente sobre un colchón y una almohada ortopédicos;
  • Mobiliario de oficina únicamente con respaldo plano;
  • Rechazo de cargas pesadas en la espalda y la columna. Al transportar objetos pesados, la carga debe distribuirse uniformemente entre ambas manos.